Principio constructivo

 

Según los niveles de dificultad y comprensión, los relatos van a necesitar distinta focalización del narrador. La novela es difícil entenderla, además tiene una gran extensión comparada con la del cuento.

Principio Constructivo en "Circe"

 

La obra de Julio Cortázar es más sencilla, entonces, para crear suspenso, hay un narrador en primera persona testigo. De esta manera, no se sabe que sienten cada uno de los personajes creándole dudas al lector. Sin embargo, por momentos la focalización del narrador puede ser cuestionada, ya que a veces pasa de ser testigo a omnisciente. Así, el lector sabe más detalladamente los sentimientos de los personajes. Esta variación del narrador ocurre en los momentos más cruciales e interesantes de la obra. El narrador cambia el punto de vista y permite que el lector sepa qué piensa cada uno de los personajes principales:

 

Algo de luna se acostaba ya en el piso cerca de Delia, en el plato de alpaca que Delia guardaba en la mano como otra pequeña luna. No habría querido pedirle a Mario que provocara delante de los Mañana, el tenia que comprender como la cansaban los reproches (…).”

 

Y luego desde Mario:

 

Mario comprendió el deseo que poblaba su voz, ahora lo abarcaba con una claridad que no venía de la luna, ni siquiera de Delia. Puso el vaso de agua sobre el piano.”

 

Como hemos dicho anteriormente, el narrador cambia de testigo a ser omnisciente sólo en los momentos críticos de la obra, es por eso que el lector nunca va a saber lo que piensan otros personajes secundarios como los vecinos o familiares de Delia.

 Principio constructivo en Cien años de soledad

 

En Cien años de soledad va a ser necesario un narrador omnisciente, que conozca todo y facilite la tarea de interpretación del lector.

 

Entretenido con las múltiples minucias que reclamaban su atención, Aureliano Segundo no se dio cuenta de que se estaba volviendo viejo, hasta una tarde es que se encontró contemplando el atardecer prematuro desde un mecedor, y pensando en Petra Cotes sin estremecerse. No había tenido ningún inconveniente en regresar al amor insípido de Fernanda.”

 

 

El narrador de Cien años de soledad es omnisciente, y puede ser definido con la categoría de tercera persona del plural. La focalización del narrador es externa, cumple la función de un cómplice. Sólo al final de la novela nos damos cuenta que todo lo que leíamos no eran más que los manuscritos del mago Melquíades. Entonces, es posible saber con exactitud quién es el narrador de Cien años de soledad en las dos últimas páginas. Claramente, el narrador de la novela es Melquíades.

 


 


Las novelas recomendadas escritas por Gabriel García Márquez:

1. La hojarasca (1955)
2. El coronel no tiene quien le escriba (1961)
3. La mala hora (1962)
4. Cien años de soledad (1967)
5. La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972)
6. El otoño del patriarca (1976)
7. Crónica de una muerte anunciada (1981)
8. El amor en los tiempos del cólera (1985)
9. Diatriba de amor contra un hombre sentado (1988)
10. El general en su laberinto (1989)
11. Del amor y otros demonios (1994)


Lista de cuentos recomendados escritos por Julio Cortázar

1. Axolotl

2. Carta a una señorita en Paris

3. Casa tomada

3. Circe

4. Conducta en los velorios

5. Continuidad en los parques

6. Después del almuerzo

7. Historia verídica

8. Instrucciones para llorar

9. Instrucciones para subir una escalera

10. La autopista del sur

11. La isla a mediodía

12. La noche boca arriba

13. La señorita Cora

14. Las ménades

15. Lejana

16. Los testigos

17. Página asensina